Antiinflamatorio, diurético, antiséptico, depurativo,
antibacteriano… el ajo contiene numerosas propiedades beneficiosas para el
organismo que, desde la antigüedad, se
han aprovechado en fármacos y medicamentos para la salud.
Como curiosidad, en la Primera Guerra Mundial ante la falta
de medicamentos, se usaba para desinfectar heridas.
Es una hortaliza
habitual en la cocina mediterránea. Dependiendo de cómo se consuma (crudo o cocido) puede
tener unas u otras propiedades.
Principales beneficios:
- Mejora la respuesta del organismo ante posibles virus, hongos y bacterias.
- Es antiinflamatorio.
- Tiene propiedades anticoagulantes y vasodilatadoras, mejorando la circulación y reduciendo la hipertensión. También protege al corazón y arterias, manteniéndolas libre de colesterol, siendo beneficioso en personas que padezcan varices, colesterol, o dolencias cardíacas.
- Es diurético, recomendado en hipertensos y cardiópatas.
- En uso tópico, sirve como antiséptico.
- Posee propiedades expectorantes y desinfectantes. Idóneo, por lo tanto, en el tratamiento de las congestiones, catarros y resfriados.
- Ayuda a incrementar el nivel de insulina, siendo recomendable en diabéticos, ya que regula los niveles de azúcar en la sangre.
- Favorece la generación de serotonina, resultando bueno para combatir la depresión y el estrés.
- Acaba con posibles parásitos intestinales y otras infecciones gastrointestinales.
- Favorece el descanso y aplaca los nervios.
Así que ya sabes.... échale Ajos a la vida!!!
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