viernes, 15 de marzo de 2013

LA LLEGADA A CASA DEL RECIÉN NACIDO

 Uno de los momentos más lindos con el nuevo integrante de la familia, es la llegada al hogar. Ese minuto en el que pasas el umbral de la puerta con tu bebé en brazos es impagable. Todos los temores quedaron atrás. Todos los peligros han sido olvidados. 

  En ocasiones, la vuelta a casa con el bebé después del parto puede provocar gran inquietud en los padres y madres primerizos.

 La mejor arma con la que cuentan las madres y padres para enfrentarse a los primeros días de su bebé en casa es su instinto. Este, unido a la intensa convivencia diaria que experimentarán con su hijo durante las primeras semanas constituyen el mejor manual de instrucciones para cuidar de su bebé.

  Ordenar las visitas familiares, descansar cuando él duerme y no descuidar la alimentación de los padres son claves para sobrellevar la llegada del bebé.

  Las noches con un recién nacido pueden ser agotadoras, sobre todo si se le amamanta. Por eso, durante el día es conveniente que los padres se acomoden al ritmo del niño y aprovechen las horas en las que él duerme para descansar, e incluso dormir, si es posible.

   Una madre, un hermano o un amigo que haya pasado por la misma situación puede ser de gran ayuda para los padres primerizos durante las primeras semanas. Su experiencia será muy útil para aprender aspectos básicos del cuidado del bebé.

   Excepto en los casos en que lo indique el especialista, una vez que la mamá y el recién nacido han sido dados de alta en el hospital, los padres pueden salir juntos de forma periódica a dar cortos paseos, aunque siempre haya que aplicar la prudencia y el sentido común para evitar riesgos innecesarios con el recién nacido. Estas salidas, además de favorecer al bebé, servirán para que los progenitores se relajen y la madre comience a adelgazar tras el parto.


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